REFLEXIONES
En general todas las actividades me han hecho sentir diversas sensaciones y es muy importante el contexto en el que los realizaba. He aprendido innumerables cosas que puedo poner en práctica en el trabajo con los niños de educación infantil.
CABALLO
Es una de las primeras láminas que realicé en plástica, la técnica consiste en dibujar la ilustración que nos da la docente pero al revés, el objetivo de ella es que no veamos una realidad sino que solo veamos líneas curvas y rectas.
Al principio te enfrentas al hecho de dibujar un caballo al revés y crees que es imposible realizarlo.
Yo empecé con el dibujo y al cabo de un rato estaba sumergida en las líneas del caballo, completamente concentrada, hasta el punto que olvide que estaba dibujando. Mientras estas realizando la actividad es sorprendente lo relajado que estas y el nivel de concentración que alcanzas.
Cuando terminé el dibujo y le di la vuelta no podía creer el resultado, era increíble que fuera posible dibujar al revés y que el resultado fuese tan satisfactorio. Me sorprendió que dibujando al revés pudiera plasmar la proporción del caballo.
Es una actividad que aporta muchísima seguridad para las personas que siempre se han sentido bloqueadas e incapaces de dibujar por los prejuicios que tenemos sobre nosotros mismos, el resultado te llena de motivación y ganas de volver a realizar la actividad.
TÍTERE DE YESO
Es la primera vez que trabajo con yeso, es un material que se deja moldear fácilmente pero se seca muy rápido, de forma que a medida que vas trabajando con éste, debes ir teniendo claro lo que quieres realizar.
Para iniciar esta actividad hice una base redonda con papel periódico dentro de una bolsa y luego se cubre con un calcetín. Cuando empecé esta actividad no tenía muy claro que iba hacer; comencé a poner tiras de yeso sobre la base hasta que se fue moldeando como la cabeza de un payaso.
La idea de payaso que fue surgiendo me gustaba, así que empecé a estudiar los complementos que iba a llevar el payaso.
En un principio decidí hacer un sombrero de cabeza redonda, pero luego me oriente más a la idea de gorro de arlequín.
La boca del payaso la hice dos veces, porque primero había hecho una boca sonriente y no me gustaba, de manera que la cambie por una línea curva a modo de sonrisa y le puse unos hilos como si tuviera la boca grapada y ese toque más siniestro me gusto más.
La realización del payaso me llevo muchas horas de trabajo, así que es inevitable no tomarle aprecio, es por ello que tiene nombre (Yaso), me gusto la sensación de crear algo, ha sido realmente significativo para mi.